Cuando ahí fuera solo
exista distorsión y tu mundo esté buscando la
manera de salir por la ventana en busca de luz, mira hacía arriba.
Cuando tus días necesiten
más horas y menos prisas, respira.
Cuando sientas que has
dejado de llevar el control y el motor empiece a oler a quemado, abre la puerta
y salta en marcha.
Cuando la vida se torne
un peso incapaz de ser levantado, apártate del sendero marcado.
Cuando encuentres tu
pared de miedos y la escales, aferrándote a la cuerda de la vida, coge
impulso.
Cuando llegues arriba y mires desde las alturas, el Todo se volverá pequeño, nada puede romper
la construcción de tu mundo.
Antes de querer cambiar
el mundo, da tres vueltas por tu casa. – Proverbio chino.
Cambiando tu, contribuyes
a cambiar al resto.
La pregunta es, ¿nos
vamos mañana?