jueves, 16 de mayo de 2013

Eterna viajera.


Cuando ahí fuera solo exista distorsión y tu mundo esté buscando la manera de salir por la ventana en busca de luz, mira hacía arriba.
Cuando tus días necesiten más horas y menos prisas, respira.
Cuando sientas que has dejado de llevar el control y el motor empiece a oler a quemado, abre la puerta y salta en marcha.
Cuando la vida se torne un peso incapaz de ser levantado, apártate del sendero marcado.
Cuando encuentres tu pared de miedos y la escales, aferrándote a la cuerda de la vida, coge impulso.
Cuando llegues arriba y mires desde las alturas, el Todo se volverá pequeño, nada puede romper la construcción de tu mundo.
Antes de querer cambiar el mundo, da tres vueltas por tu casa. – Proverbio chino.
Cambiando tu, contribuyes a cambiar al resto.


La pregunta es, ¿nos vamos mañana?