lunes, 2 de febrero de 2015

- He perdido la cordura, corazón... - Y empezó a latir más fuerte.

Has visto alguna vez, ese punteo intermitente, que emite cualquier aparato electrónico cuando anda en stand by? Así anda mi cabeza.. Tic... Tic... Tic... Gota a gota, me pierdo en el mar de dudas, más no sé nadar, sigo improvisando.

Cien mil cerrojos en mis adentros. A veces pienso que voy a reventar en el siguiente desplome. Cuesta abajo. Sin frenos.
Prosigo... y sigo atada en mis quéhaceres, pa' no morir en el intento, pa' no olvidarme de respirar.
No es que esté sembrada, estoy plantada en lo profundo.
Confunden mi camino con su ritmo desviado, y no...

Hoy quiero echar mis cartas al aire, desmantelarme.
Abrir en canal cada pensamiento, tirando del hilo que me devuelve al sendero, pa' aprender a esquivar las piedras.
Saltando charcos, revolcándome hasta la saciedad.

Y así, levantar la cabeza, mientras el sol de invierno intenta deshacer el glaciar que atrapó mis emociones.
Que cojones voy a echarle, si la vida me muerde las entrañas y me escupe en un vacío de sensaciones.

El vaso se estrelló contra la pared del miedo.
Mis barrotes arden y la cárcel se ha tornado puro fuego donde me consumo y apago (y me voy).

El papel se queda corto y la tinta atraviesa mi piel, formando el mapa de mis andares. Las caídas.
Mi Yo despojado del lugar privilegiado que habitaba en mi interior, desterrando el sentir.

Por si a caso, daré el siguiente aleteo, no vaya a ser que me devuelva a la superficie, y mi identidad como persona.