jueves, 8 de septiembre de 2011

La libertad es como un domingo de resaca.

La libertad es como despertarse un domingo de resaca.
Te ves envuelto en una maraña de sábanas, desorientado y con la boca pastosa.
Cuando consigues salir de la cama y deshacer todas las ataduras, te sientes libre.
Necesitamos los domingos para desatarnos de vez en cuando y preparar nuestro cuerpo y mente para enredarnos el siguiente sábado noche.

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