lunes, 26 de diciembre de 2011

Cabezas de muñeca.

Tienen nuestras cabezas entre sus manos, simple y punzantemente, estamos esculpidos a su antojo y capricho.
Pero me quiero desmarcar y salir del molde, y que cada vez que me miren piensen: "defecto de fábrica, material defectuoso".
Quiero configurar mi cabeza bajo mis propias reglas, porque sé que en mi mente no hay barreras, no hay limites, solo valores en los que basarse y crecer, y vivir, y ensanchar el pecho cada vez que respires con todo el orgullo del mundo. Y crear así mi realidad de libertad, de ser quien quiero ser y no como me quieran establecer cuatro incultos de la vida.
Y llegar a razonar bajo mi propio criterio, tener el espiritu critico que quiero sin influencias, NO QUIERO SER UN AUTÓMATA!
Y no lo van a conseguir, por mucho que cojan mi cabeza y aplasten mi cuello seguiré pegando dentelladas a sus manos hasta desangrarlas. Puede ser que un pequeño mordisco no produzca el cambio, pero... vamos poco a poco, porque vamos lejos!
Seré esa espinita que solo provoca una ligera molestia, pero que, con el paso del tiempo, va creando una pequeña infección, que se extendiende poco a poco, que empuja a razonar y a crear pensamiento y pudredumbe social allá por donde pasa, el motor de la infección y el caos para reestablecer la poca cordura que le queda al ser humano y su putrefacción interna.

Imagen: Dánae García Frieros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario