sábado, 12 de noviembre de 2011

Rompe las cadenas.

Y nos tratan como marionetas, pero hay algo que se les escapa... Las marionetas pueden mover hilos, y si estos son los pilares de las ataduras y lo suficientemente resistentes, las manos del titeretero se enredan y pierden la posición de control sobre sus gestos.

Rebienta sus manos! rebienta su falso control! rebienta sus cabezas... Y desatate, que no aten tu expresión.

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