Y nos tratan como marionetas, pero hay algo que se les escapa... Las marionetas pueden mover hilos, y si estos son los pilares de las ataduras y lo suficientemente resistentes, las manos del titeretero se enredan y pierden la posición de control sobre sus gestos.
Rebienta sus manos! rebienta su falso control! rebienta sus cabezas... Y desatate, que no aten tu expresión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario