Superarse, es vivir.

Y mientras flotaba, por mi mente pasaban un millón de imagenes por segundo.
Pasaban, volvian, se cruzaban y construian historias que creí haber dejado en el camino.
Como el que está a punto de morir con una cuerda al cuello y mientras agoniza su cabeza y agonizan sus ideas, ve su vida pasar fotograma a fotograma. Y se queman, y se destruyen, pero flotan.
Y si todo fuera un circulo vicioso en el que El Ahora no fuera más que uno de esos fotogramas y al llegar al momento justo antes de morir volvieramos a vivir nuestra vida?
Solamente con un objetivo, rectificarnos, reinventarnos y vivir siempre superándonos.
Superarse, es vivir.