Cada dia una noche más y cada noche un nuevo despertar. Como el que viene y va sin saber hacia donde.
Fluyendo entre horas, minutos, segundos y luz de la noche.

Y es por eso, que la luna es la llave de mi yo, la que cuando me atrapa, abre mi cabeza y me hace volar.
El único momento en el que no hay nada más que eso, una imagen que grabar en la memoria... Y sonreir. Foto: Julia Bullich.
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